“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.”(Lucas 2:10-11)

Diciembre marca el término de un ciclo, nos anuncia que pronto recibiremos un nuevo comienzo, el inicio de otro año. Es un mes de mucha algarabía, luces, música por doquier, y el ambiente se viste de alegría. El comercio se incrementa, las familias se reúnen para intercambiar regalos, y las mesas de las casas están hermosamente adornadas y llenas de deliciosos manjares con el motivo de celebrar la navidad.

Para muchos este mes es gravoso. Las celebraciones se convierten en cargas, no basta los problemas que se atraviesan durante el año sino que ahora esos sucesos se incrementan con las compras navideñas. El pensar en otro año los atormenta, se preguntan angustiados ¿qué nos traerá? El corazón lleno de zozobras y apesadumbrados por el mañana se muestran cansados frente a la navidad.

La Biblia nos narra que habían pastores de ovejas trabajando. Eran hombres de condición humilde, pobres, con dificultades económicas, con muchas cargas y vicisitudes que los fatigaban. En medio de la noche, en medio de la oscuridad de sus problemas personales el anuncio de la navidad trajo la luz, y les dio esperanza. Cuando menos lo esperaban, sumergidos en lo tedioso de sus problemas la presencia angelical irradio el lugar y los llenó de expectativa. En aquella noche fría inesperadamente aquellos humildes pastores encontraron descanso y alegría para sus vidas cuando entendieron el verdadero significado de la navidad. Y el ángel les dijo: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.”

Lo primero que el ángel le dijo fue: no temáis porque les traigo buenas noticias, les traigo esperanza, les traigo el motivo para que se regocijen aun en medio de la desilusión, aun en medio de la amargura, aun en medio de la tragedia. Les traigo nuevas de gran gozo, de alegría, de felicidad. Les traigo el anuncio del mayor regalo que jamás alguien ha recibido, el regalo que Dios Padre les da. La navidad no es el regalo que des o que recibas, no es la comida que comas. La verdadera navidad se describe en esta declaración: que os ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor. ¡Aleluya! ¡Navidad es CRISTO! Y sin Cristo no hay navidad.

Querida hermana no se por la situación que estés pasando, ni los problemas que estés enfrentando; pero si te sientes sola, y triste acuérdate que la navidad es Cristo. Que las palabras que los ángeles dijeron a los pastores resuenen hoy en tu corazón en medio de tu situación ¡No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor! ¡Amén!

Dámaris Yrion