Libres De Opresión.

Publicado en 06 20, 2016 | Publicado bajo Amor, Comunion con Dios, confianza, Entrega, fe, refugio, vida cristiana

“Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.” Isaías 54:14

 La opresión diabólica es uno de los problemas más comunes que encontramos en el pueblo de Dios. El creyente no puede ser poseído por demonios porque posesión significa pertenencia y el cristiano es de Cristo. No obstante, si puede el creyente ser oprimido por fuerzas satánicas en su mente, o en su cuerpo trayendo enfermedad.

En Lucas 13:11-16 se nos cuenta la historia de una mujer que por una atadura diabólica estaba encorvada por dieciocho años con una enfermedad que no la dejaba enderezarse.

La opresión viene por causa de alguna atadura que el creyente tenga en su vida. Esta atadura es la puerta para la opresión. Las ataduras se forman por medio de una desobediencia, un pecado no confesado, rencor, desilusión, trauma sicológico, angustia, temor, ansiedad, depresión, baja estima, culpa, preocupación, etc.

Isaías nos dice: “Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.” Ya fuimos adornadas con esa justicia, Cristo nos vistió con su propia justicia en la Cruz, con su sangre Él pagó para redimirnos de todo peso de pecado, debilidad, tormento, maldición y nos dio su Justicia.

Me gusta mucho como la versión Dios habla hoy expone este versículo de Isaías 54:14, pues nos da un mayor entendimiento al respecto. Dice así: “La justicia te hará fuerte, quedarás libre de opresión y miedo, y el terror no volverá a inquietarte.”

El diablo tratará siempre que nuestros ojos se centren en el problema, pecado o debilidad que nos acongoja, y al poner nuestros ojos allí esto nos debilita y somos engañados por diferentes pensamientos mentirosos que el diablo pone en nuestra mente trayendo la opresión. Debemos recordar que después que vinimos a Cristo ya no nos debemos mirar a nosotros mismos a través de nuestra justicia, pues por nuestra justicia nadie pudiera presentarse a Dios justificado. Más gracias sean dadas a Dios que por su Gracia fuimos nosotros justificados a través de la justicia de Cristo. Así nos mira nuestro Padre celestial y así debemos mirarnos nosotros también; Cristo Jesús es nuestra justificación. 1 Corintios 1:30

Por la justicia de Cristo es que podemos nosotros presentarnos delante del trono de la gracia para hallar el oportuno socorro que necesitemos. La justicia de Cristo nos fortalece para romper toda atadura del diablo, para llevar cautivo todo pensamiento mentirosos a la obediencia a Cristo. Por lo tanto, cierra la puerta para el opresor, si hay pecados que no has confesado hoy es el día aceptable, si tienes heridas emocionales hoy pídele al Espíritu de Dios que las sane; perdona todas las ofensas que te hayan hecho, y reprende todo miedo, ansiedad y tormento, en el Poderoso Nombre de Jesús. Querida hermana, la justicia de Cristo es tu victoria y tu paz. ¡Amén!