Redimidas

Publicado en 10 22, 2013 | Publicado bajo 2013, fe, pruebas, redención

“No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.”

-Isaías 43:1

¡Redimidas! es la palabra más excelente que podamos imaginar. Ella encierra una maravillosa realidad, ella nos anuncia una emancipación, un rescate, una grandiosa liberación.

Redimidas significa: eximidas, libradas, salvadas, exoneradas de toda esclavitud, deuda, dolor, sufrimientos, enfermedad etc.

Rut fue una mujer quien pudo experimentar en su vida el significado de la palabra redimida. Ella era una mujer desprovista de bienes materiales, de su familia, y de su tierra. Era una viuda pobre quien vivía en Israel en calidad de extranjera. Como emigrante ella no tenía muchos beneficios, ni esperanza de salir de aquella vida de escases, dolor, soledad y sufrimientos.

Pero Rut se encontró con Booz, el pariente cercano, quien cumpliendo con la ley la redimió casándose con ella y pagando toda deuda la sacó de la pobreza, quitó su dolor, su soledad y sufrimiento y la llevó a ser una mujer respetada, admirada, rica, y reconocida por todos.

La redención de Rut efectuada más de quinientos años antes de Cristo, anunciaba ya nuestra redención. ¡Cristo es nuestro pariente cercano! ¡Aleluya! Él nos redimió con su sangre. En la cruz Él anuló el acta de los decretos que nos era contraria, Él pagó nuestras deudas, Él perdono nuestros pecados, Él llevó nuestras enfermedades y dolores, Él nos redimió del poder del diablo, Él nos dio liberación total y nos lleno con su paz.

Quizás estés pasando por una etapa difícil en tu vida y estas con miedo, pero hoy el Señor te dice: ¡no te rindas! Pon tus ojos en la Palabra y mira lo que El profeta Isaías nos dice: “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.”

Tú no eres cualquier cosa, tú tienes valor, ahora eres llamada hija de Dios. Él te ha redimido y te ha puesto un nombre nuevo y eres de Él y para Él.

Rut paso momentos difíciles, de soledad, dolor y sufrimientos, pero cuando alcanzó redención su vida cambió y fue llena de dicha, alegría y felicidad.

Tú también querida hermana ya has sido redimida, y si ahora estás pasando por medio de dificultades no estás sola, el Señor Jesús, nuestro buen Dios está a tu lado y el te dice: Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador. ¡Amén! (Isaías 43:2-3)

En Cristo,

Dámaris Yrion