La Desilusión, Arma Poderosa de Destrucción.

Publicado en 07 15, 2014 | Publicado bajo 2014, confianza, fe, perseverancia, pruebas
“Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy Jehová; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes……” Éxodo 6:6

No siempre lo que vemos a nuestro alrededor es un cuadro favorable a lo que estamos pidiendo en oración. En ocasiones cuando oramos y creemos las promesas de Dios, es cuando más dura y difíciles se ponen las circunstancias que nos rodean; pareciera que todas las cosas nos gritaran a una sola voz: ¡La situación está difícil y nada cambiará!

Es en estos momentos de incertidumbre que el diablo viene cabalgando con la bandera de la desilusión para clavarla en el corazón de aquel creyente que mirando las circunstancia esta vacilante y temeroso de lo que será. La desilusión es una de las armas más letales del enemigo, pues con ella levanta una fortaleza de incredulidad en la mente de las personas para anularles la fe y separarlos de Dios.

Un corazón desilusionado está completamente inhabilitado para escuchar lo que Dios quiere decirle. Un corazón decepcionado, desencantado por las circunstancias desfavorables que han persistido sin dejar ver ni un rayo de esperanza filtrarse por la oscuridad imperante de los hechos que la rodean, no puede oír.

Esto era lo que le pasaba al pueblo de Israel. Dios había escuchado el clamor del pueblo de Dios en medio de aquella severa esclavitud en Egipto. Envió a Moisés para liberarlos, pero el Faraón se endureció y aumento los trabajos y la agonía del pueblo israelita. La situación en vez de cambiar empeoró después del anuncio que Dios los quería libertar.

El pueblo de Israel estaba terriblemente desalentado, estaban entristecidos en su espíritu, su congoja era grande por aquella dura servidumbre, y culpaban a Moisés por lo sucedido. Moisés vino a hablarle lo que Dios había dicho pero ellos no podían oírlo. “De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.” Éxodos 6:9

Quizás tú estés frustrada al no ver la respuesta a tus oraciones, al no ver a tu esposo cambiar, tus hijos continúan perdidos y rebeldes, las finanzas son escasas y tu hogar sigue sin encontrar paz, te sientes cansada y sin fuerzas para seguir. La desilusión ha tocado a tu puerta y ya no quieres ni puedes oír.

Déjame decirte algo: aunque el día este nublado y no puedas ver el sol no quiere decir que no esté brillando, aunque tú no puedas ver lo que Dios está haciendo no quiere decir que Él no esté obrando. Así como las nubes se unen y no dejan ver el sol, así también el enemigo se interpone para que no puedas ver tu victoria.

Mi querida hermana, ¡Levántate! hecha fuera esa desilusión diabólica, cree en el Señor aunque no veas nada; la misma palabra que Dios le dijo a Moisés para que le hablase al pueblo de Israel te habla a ti hoy: “Yo soy Jehová; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes……” ¡Amén!

 

Damaris Yrion