La Tristeza Te Desconecta De La Comunión.
Publicado en 04 18, 2015 | Publicado bajo 2015, Comunion con Dios, confianza, fe, gozo, perseverancia, pruebas, refugio
“Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.” Lucas 22:45-46
La comunicación es el eslabón principal para mantener unidas a las personas. Cuando en el matrimonio no hay comunicación entre los conyugues, la pareja comienza a verse afectada por diversos problemas. Cuando los hijos no tienen comunicación con los padres, la familia comienza a desquebrajarse. Cuando los amigos dejan de comunicarse la amistad comienza a enfriarse. Podemos decir que la comunicación es importante para mantener la unidad entre las familias, amistades, empresas, iglesias, etc.
Del mismo modo que en las relaciones terrenales la comunicación es un lazo indispensable para unirnos con Dios. La oración es el vínculo que nos lleva a tener comunicación con Dios. Mediante la oración nos acercamos al Señor y esta comunicación nos lleva a tener comunión con Él.
Hay muchas cosas que pueden interrumpir la comunicación en la vida diaria de las personas. Malos entendidos, enemistades, frustraciones, traiciones, son causas comunes que todos sabemos pueden obstruir las relaciones humanas. Sin embargo hay sentimientos que aunque parecen muy inofensivos pueden dañar del mismo modo la comunicación en cualquier relación.
La Biblia nos dice en Lucas 22:45-46 “Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.” Los discípulos no pudieron estar al lado del maestro en oración porque la tristeza que sentían los hizo dormitar.
La tristeza nos puede amargar tanto el alma que nos incapacita para entrar en la presencia de nuestro buen Dios. La tristeza puede afligir tanto nuestro espíritu que no nos permite tener comunicación con el Señor. La tristeza nos postra, nos inmoviliza y nos deja apáticos para orar.
Es en la oración donde el alma atribulada hallará descanso. Es en la oración donde podemos hablar con nuestro Padre Celestial y pedirle ayuda para nuestros problemas. Sin oración nos encontramos en confusión, y decaemos ante la desesperación. El apóstol Santiago dijo: “Está alguno afligido entre vosotros, haga oración.” (Santiago 5:13)
Es teniendo comunicación con Dios que podemos tener dirección para todos nuestros caminos. El enemigo sabe que es en la oración donde ganamos las grandes batallas, por tanto él provocará o usará circunstancias o problemas que entristezcan tu vida para separarte del propósito de Dios. La oración es la voluntad de Dios para nuestras vidas, pues por medio de ella nos mantenemos en contacto directo con nuestro Padre Celestial.
La tristeza es un sentimiento normal en el ser humano, pero en ocasiones el diablo la usa y la prolonga para separarnos de la comunión con Dios. Si no tomamos control sobre la tristeza, ésta traerá sueño espiritual, pesadez y cansancio, e interrumpirá la comunicación con Dios. Querida Hermana, dile adiós a la tristeza que pueda estar embargando tu vida, no permitas que nada te aparte de la comunión con Dios. Mantén la comunicación abierta, y recuerda siempre las palabras del Señor: “¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.” ¡Amén!